Eduardo Marín
EditorHace apenas diez años, o incluso menos, el streaming se sentía como una verdadera revolución, un modelo de negocio y consumo de contenido que nos permitía a los consumidores tener acceso a "todo" (o al menos así se sentía), por un precio más bajo que la televisión por cable, sin publicidad y con contenido original y de gran calidad como las series 'House of Cards', 'Orange is the new black' y otras. Qué buenos tiempos eran.
Durante los últimos años hemos presenciado el fin de ese modelo; ahora para tener "todo" (o casi todo) es necesario contratar cinco servicios distintos, sumando hasta 70 euros de gastos mensuales, al menos quien esté dispuesto a pagarlos. La alternativa para pagar menos es ver publicidad, y ésta es una estrategia que claramente está funcionando, Netflix es la prueba.
La fórmula mágica del streaming: mismo contenido pero una peor experiencia, por un menor precio
Lo sé, producir series y películas es costoso, bastante costoso. Actualmente se ha convertido en un estándar que cada episodio de una serie como 'The Last of Us' o 'La casa del dragón' tenga un presupuesto de entre 10 y 20 millones de dólares, y a eso sumamos películas como 'The Electric State' que, aunque sea un film mediocre, costó a Netflix unos 300 millones de dólares.
Por lo tanto, las plataformas de streaming buscaron nuevas formas de monetizar el servicio, sin que eso signifique dejar de cobrar a los suscriptores. No, la fórmula mágica que han encontrado es cobrar un poco menos por una peor experiencia, mostrándonos anuncios mientras vemos nuestras series y películas favoritas. De este modo, el servicio gana por partida doble: nos cobra a los suscriptores y obtiene beneficios de parte de los anunciantes.
La fórmula no solo funciona, sino que es un éxito rotundo. En mayo de 2024 Netflix anunció que contaba con 40 millones de suscriptores de su plan "más barato con anuncios". Ahora, un año más tarde, la plataforma anunció que su plan con anuncios y tiene 94 millones de suscriptores, más del doble que hace un año. ¿Quién no quiere pagar menos por poder ver sus series? Lógicamente, muchos lo prefieren, aunque sea a cambio de que un anuncio de detergente te interrumpa el episodio.
Netflix, además, expandirá y "mejorará" su sistema de anuncios. La compañía planea usar inteligencia artificial para crear anuncios más específicos, ofreciendo "una experiencia más relevante y mejor", y mostrar el anuncio justo en el momento más oportuno. Además, podrían comenzar a mostrar anuncios en la pantalla de pausa.
La compañía, hace pocos años, dijo que los rumores de que iban a implementar anuncios en su plataforma no eran reales. Ahora, Netflix no solo forma parte de la tendencia de incluir anuncios en los servicios de streaming, sino que claramente le ha rendido frutos. Y si algo funciona, no va a cambiar, especialmente si funciona tan bien.
Disney+ también cuenta con su propio plan con anuncios, y este plan incluso trajo cambios negativos para algunos usuarios del servicio. Por ejemplo, en Latinoamérica tras la fusión de Disney+ con Star+, si tenías contratado Disney+ a través de una promoción en conjunto con otro servicio, tu cuenta pasaba a tener acceso al plan con anuncios; si no quiero ver publicidad tengo que pagar más.
Max, que ahora volverá a llamarse HBO Max, también cuenta con un plan con anuncios. Amazon Prime Video también muestra algunos anuncios publicitarios (aunque muchas veces son de sus mismas producciones). Incluso Movistar Plus+ ha comenzado a mostrar anuncios en algunos canales, algo que ha hecho enfadar a muchos usuarios.
Recientemente YouTube también se unió a esta tendencia, lanzando un nuevo plan más económico en algunos territorios, llamado YouTube Premium Lite. Al suscribirse a este plan "la mayoría de vídeos no mostrará anuncio", según el comunicado oficial. La mayoría, pero no nos libraremos de los anuncios en algunos vídeos, tales como los vídeos musicales o al ver Shorts, explica.
Mientras tanto, existen servicios y plataformas que ofrecen acceso a contenido con anuncios pero de forma gratuita, los servicios que trabajan bajo un modelo llamado FAST (contenido gratuito basado en publicidad). Plex, Tivify y Pluto TV son algunos ejemplos, y cuentan con muy buenas películas y series en su catálogo. Quizás no tienen 'The Electric State', pero tampoco necesitan esta película en concreto.
La evolución del streaming durante los últimos años ha sido así, primero nos enamoraron con la comodidad de tener miles de horas de entretenimiento a nuestra disposición en todo momento, sin depender de horarios, viendo lo que queremos ver cuando queremos verlo, para ahora acercarse al modelo de tele tradicional por cable, mostrando anuncios publicitarios y poniéndose cada vez más estrictos con las cuentas compartidas. No es de extrañar que cada vez haya más personas enfadadas con estos servicios, y me incluyo entre ellas.
Quizás una de las estrategias más sensatas para los usuarios que quieren gastar menos en streaming es alternar entre los distintos servicios dependiendo de lo que nos interesa: ¿quiero ver 'The Last of Us' durante el estreno de sus nuevos episodios? Me suscribo a HBO Max. ¿Ahora quiero ver la nueva y excelente temporada de 'Andor'? Me suscribo a Disney+, y así sucesivamente. A mí, sin duda, me funciona.
Foto de portada | Genbeta (con edición)
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